Si os habéis paseado un poco por este blog, quizás habréis visto fotos del campo de trabajo que realizamos en Nepal hace ya un año y medio .
Al final de este escrito, adjunto los documentos donde describimos como se forjó el viaje, qué hicimos, cuántas personas visitamos… Esto queda muy claro. Aquí lo que quisiera es hacer unas reflexiones sobre este campo de trabajo.
Fue el año en que empezaron los recortes en la sanidad publica.
Los que siempre hemos trabajado en el servicio publico y que creemos firmemente en ello nos descolocamos absolutamente … Este era mi caso : ¿que estaba pasando?. Aquello a que habíamos dedicado la vida, si , la vida, – damos tanta vida a los hospitales y a lo que representa… – de repente no tenía ningún valor para los que nos dirigían … Que estaba pasando ?. Luchamos, gritamos, nos rebelamos … pero nada … los recortes continuaban, nos decían que lo que habíamos hecho hasta ahora ya no era necesario … Recortar, recortar , recortar. La rabia mantenida , constante , te cambia el carácter. No me reconocía. La sonrisa , una de mis características, ya no aparecía en mi cara ni siquiera esforzándome …
Aquel año las vacaciones llegaron tarde . En noviembre, para poder ir a Nepal. Para ir con mis colegas médicos, todos miembros del grupo de médicos que desde hacía varios años nos reuníamos mensualmente con Lama Dondrub , nuestro maestro .
Y nos fuimos al Nepal, dispuestos a ayudar a mucha gente, a llevar nuestra medicina al otro lado del mundo .
Trabajamos, sí, trabajamos mucho. Visitamos a muchos pacientes, les dimos medicinas que les aliviaron momentáneamente. Les dimos consejos , que no sabemos si después han seguido…
Pero… ¿sabéis que creo ? que en realidad los que nos ayudaron fueron ellos a nosotros .
Nos dieron todo. Nos recolocaron en el mundo. Nos hicieron ver que es lo importante.
Llorar de agradecimiento por el agradecimiento . ¿ Lo habéis experimentado ? . Nos hicieron un recibimiento precioso: Todos los niños de la escuela , todos , nos recibieron con collares de flores . Nos aplaudían . Nos cogían las manos y nos ponían flores y flores alrededor de nuestras cabezas . Estaban tan agradecidos que fuéramos a su pueblo … a aquel pueblo que nunca ningún médico había ido antes …. Sentir este agradecimiento , recibirlo físicamente en forma de flores y más flores … Apareció de nuevo la sonrisa en mi cara , sin ningún tipo de esfuerzo . Sonrisa y lágrimas mejillas abajo … Llorar de agradecimiento por el agradecimiento… Vaya experiencia …
La Dra Esther Lasaca y yo visitamos principalmente las mujeres , hicimos de “ginecólogas “. Dios mío ! cuan lejos estaba esta asignatura … Siempre rodeada de la más alta tecnología para tratar las arterias coronarias … Y aquí , viendo los problemas ginecólogos de unas mujeres a las que nadie les había explicado que es bueno lavarse , viendo vaginas y úteros destrozados por múltiples partos , sin ningún tipo de asistencia médica … Pero contactamos con ellas y disfrutamos , y nos reímos las pacientes , las enfermeras que nos ayudaban y nosotras dos ..
Recuerdo todavía a una mujer que llegó de lejos, anduvo mucho para ser visitada. Lloraba y nos decía que le ayudáramos … No debía ser mucho mayor que yo. Olía mal. A orines. La enfermera nos tradujo que le pasaba : que tenía una incontinencia urinaria total y absoluta. Todo lo que sus riñones generaban, salía directamente al exterior, piernas abajo. Las faldas mojadas siempre … Como todas ellas, sin ropa interior … Y de repente te encuentras al otro lado del mundo, lavando los genitales a una mujer que ha venido andando desde lejos porque se orina continuamente … Y entonces piensas que con los gorros de quirófano que has traído para “operar” puedes construirle unas bragas, y que se puede poner compresas para que la orina no le vaya piernas y falda para abajo … Y luego te encuentras abrazándote a esta mujer que tan mal olía , con la falda mojada de orines y lo único que sientes es felicidad. No hueles nada . Solo sientes felicidad. Hacía unos días te sentías el ser más desgraciado y de repente puedes encontrar la felicidad abrazándote a una mujer que huele a orina…
Ellos nos ayudaron . Fueron ellos los que nos ayudaron …
Gracias
Os hago también participes del informe: MANKHA FREE HEALTH CAMP